DE AMOR, PUESTO ANTES EN SUJETO INDIGNO, ES ENMIENDA BLASONAR DEL ARREPENTIMIENTO
Cuando mi error y tu vileza veo,
contemplo, Silvio, de mi amor errado,
cuán grave es la malicia del pecado,
cuán violenta la fuerza de un deseo.
A mi misma memoria apenas creo
que pudiese caber en mi cuidado
la última línea de lo despreciado,
el término final de un mal empleo.
Yo bien quisiera, cuando llego a verte,
viendo mi infame amor poder negarlo;
mas luego la razón justa me advierte
que sólo me remedia en publicarlo;
porque del gran delito de quererte
sólo es bastante pena confesarlo.
contemplo, Silvio, de mi amor errado,
cuán grave es la malicia del pecado,
cuán violenta la fuerza de un deseo.
A mi misma memoria apenas creo
que pudiese caber en mi cuidado
la última línea de lo despreciado,
el término final de un mal empleo.
Yo bien quisiera, cuando llego a verte,
viendo mi infame amor poder negarlo;
mas luego la razón justa me advierte
que sólo me remedia en publicarlo;
porque del gran delito de quererte
sólo es bastante pena confesarlo.